Lácteos Verónica, una empresa que ha sido un pilar en la industria láctea de Santa Fe, enfrenta una profunda crisis. Con más de 700 empleados, las recientes tensiones laborales han resultado en la paralización total de sus tres plantas de producción: Clason, Lehmann y Suardi. A medida que las negociaciones con el sindicato Atilra se estancan, la situación se torna más crítica y la incertidumbre crece.
Durante las últimas semanas, los trabajadores han mostrado paciencia, pero la falta de pagos salariales y la escasez de insumos han llevado a un punto de no retorno. A pesar de las promesas de la dirección de la empresa, la realidad es que no se ha presentado un plan viable para la reactivación de la producción, dejando a muchos en un estado de preocupación y desconfianza.
Retos Estructurales en la Producción
Uno de los principales obstáculos que enfrenta Lácteos Verónica es la ruptura de relaciones con los tambos proveedores. Esta situación se debe a la falta de pagos, lo que ha llevado a los productores a suspender el envío de leche cruda. Sin este insumo esencial, la actividad productiva está completamente detenida, incluso si se llegara a un acuerdo con el gremio.
Adicionalmente, la empresa se encuentra en una complicada situación financiera, con cheques rechazados que superan los $1.300 millones. Este dato pone de manifiesto la crítica condición económica de la firma y su incapacidad para recuperar la confianza de proveedores y entidades financieras.
Una Historia de Crisis Recurrentes
El problema de Lácteos Verónica no es nuevo. En 2019, la empresa ya había atravesado un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC). Desde entonces, su desempeño ha sido irregular, pero la crisis actual es, sin duda, la más seria. La compañía ha visto una drástica disminución en su producción, pasando de procesar 700.000 litros diarios a apenas 200.000 litros antes de esta última paralización.
La deuda acumulada de la empresa supera los $8.000 millones, lo que la coloca en una situación crítica ante el Banco Central de la República Argentina (BCRA). Los principales acreedores incluyen entidades como el Banco Nación y Galicia, que se encuentran preocupados por la falta de liquidez operativa y la incapacidad de la empresa para mantener su producción sin asistencia externa.
Impacto Multisectorial del Conflicto
La situación en Lácteos Verónica ha evolucionado de un simple reclamo por salarios impagos a una crisis que afecta a múltiples sectores. La falta de confianza entre empleados, proveedores y la dirección de la empresa se ha convertido en un obstáculo significativo. Nadie está dispuesto a seguir invirtiendo sin garantías de pago, lo que complica aún más las posibilidades de recuperación.
A medida que se prolonga el conflicto, crece el temor de que la firma pueda entrar en un proceso de reestructuración o cesación de pagos, una historia que ya se ha vivido en el pasado. En las plantas, el ambiente es de incertidumbre y preocupación, mientras todos esperan una señal que indique el camino a seguir.
¿Qué Pasará con Lácteos Verónica?
La falta de comunicación por parte de la dirección de Lácteos Verónica ha dejado a los trabajadores y proveedores en un estado de desasosiego. A pesar de rumores sobre contactos con entidades financieras, no se ha oficializado ninguna propuesta de solución. Esta falta de claridad solo agrava el conflicto y alimenta la sensación de que la empresa está a la deriva.
Con la situación tan delicada, la pregunta que muchos se hacen es: ¿Cuál será el futuro de Lácteos Verónica? La reactivación parece lejana sin un plan claro y sin la colaboración necesaria de todas las partes involucradas.
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